La congestión del pecho en los bebés puede causar mucha incomodidad y angustia a un niño. Es importante tener en cuenta que solo es un síntoma de una afección subyacente, no la enfermedad en sí. Debido a sus sistemas de inmunidad jóvenes, la congestión de la nariz y el pecho es muy común en niños pequeños. La exposición a otros niños, especialmente a los niños en edad escolar, aumenta el riesgo de que un bebé contraiga una enfermedad respiratoria. Si su hijo tiene menos de 3 meses de edad, comuníquese con su médico de inmediato si observa síntomas de congestión o resfriado, ya que puede empeorar rápidamente en neumonía o crup si no se trata correctamente.
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Causas de congestión torácica en lactantes
La congestión en el tórax generalmente no es una enfermedad, sino un signo de algo más como el resfriado u otras afecciones respiratorias.
1. resfriado común
El resfriado común es la causa más común de congestión en el pecho del bebé. Cuando un niño sufre un resfriado, se acumula moco en los senos nasales y se drena por la garganta hacia el pecho. A los niños pequeños les cuesta mucho toser la flema que se desarrolla ya que no saben qué es, por lo que se acumula en el pecho.
Además de los resfriados, otras enfermedades que afectan el tracto respiratorio pueden causar los mismos síntomas que un resfriado, incluida la congestión del pecho.
2. Baja inmunidad
Los bebés pequeños y los niños pequeños tienen niveles muy bajos de inmunidad, ya que todavía están en la etapa de desarrollo. Debido a esto, tienen dificultades para combatir las enfermedades. El cuerpo de un niño responde a los gérmenes al tratar de deshacerse de él a través de las secreciones. Si los gérmenes causan una infección, pueden causar congestión en el pecho debido al exceso de moco.
Signos de congestión torácica en lactantes
Hay varios síntomas de congestión en el pecho del bebé. A menudo, un bebé dejará de amamantar o de comer porque es difícil respirar mientras come. Una fiebre baja, problemas para dormir, tos, irritabilidad y llanto son signos comunes de congestión en el pecho.
Otro síntoma en los niños pequeños es sibilancias. Si su hijo pequeño experimenta este síntoma, trate de sentarse en el baño lleno de vapor de una ducha caliente. Asegúrese de sostener a su bebé para que él / ella esté sentado en posición vertical. Dale una palmadita en la espalda para ayudar a romper el moco. Si esto no ayuda, busque ayuda médica de emergencia de inmediato.
Cuando preocuparse
Hay signos y síntomas a los que debe prestar atención que indican que la congestión del tórax de su bebé está progresando a algo peor que una simple infección respiratoria. Si observa alguno de los siguientes puntos, debe comunicarse con su médico de inmediato o visitar una sala de emergencias:
- Fiebre 102F grados o más alto
- Piel pálida o azulada
- Tos causando vómitos.
- Disminución de la cantidad y frecuencia de orina en pañales.
- Sangre en moco
- Respiración trabajada o respiración sibilante con hundimiento del pecho.
- Negativa a tomar líquidos
- Color azulado alrededor de los labios y la boca.
Qué puedes hacer para ayudar
1. Utiliza Steam
El vapor de una ducha caliente en un baño cerrado puede ayudar a aflojar la congestión del pecho en los bebés. Para obtener el máximo efecto, abra el agua de la ducha lo más caliente posible. Deje correr durante unos minutos para llenar el baño de vapor. Siéntese en la habitación durante unos 15 minutos con su bebé en posición vertical, manteniéndose alejado del agua caliente. Respirar el aire caliente ayudará a disolver la acumulación de moco.
Por la noche, considere tener un humidificador que haga correr una niebla fría en la habitación de su hijo. Esto puede ayudar a respirar más fácilmente mientras está dormido.
2. Fomentar la tos
Puede alentar a su bebé o niño pequeño a toser frotando o dándole palmaditas en la espalda. Esto rompe la acumulación de moco, lo que permite a su hijo toserlo. Otra forma de hacer que su bebé congestionado se convierta en toser es acostarlo con las rodillas boca abajo. Tome una de sus manos para frotar o golpear suavemente su espalda, mientras usa la otra para sostener el cuello de su bebé.
3. Aumentar la ingesta de líquidos
Aumentar la ingesta de líquidos de su bebé cuando sufre congestión en el pecho puede ayudar a diluir el moco que obstruye el tracto respiratorio y el tórax. Añadir hidratación adicional puede ser difícil, ya que un bebé enfermo puede ser desinteresado en la alimentación. Si su bebé no quiere amamantar o tomar fórmula, pruebe con jugo de frutas diluido. También puede usar un spray nasal salino para aflojar el moco en la nariz y luego aspirarlo con cuidado con una jeringa.
4. Pruebe otros remedios caseros
Hay otras cosas que puede probar en casa que podrían ayudar a la congestión de pecho en los bebés.
- Intente colocar una almohada o cuña debajo de un lado del colchón de su hijo, para que su cabeza esté elevada.
- Considere la posibilidad de frotar un roce de seguridad para bebés en el pecho de su bebé para ayudarlo a abrir sus vías respiratorias.
- Hay humidificadores diseñados para que puedas agregar aceites como el eucalipto, que también se sabe que ayudan a respirar. Recuerde, estas terapias de aromas deben usarse con precaución ya que algunos bebés son sensibles a estas cosas.