Hoy en día, es difícil no ser más consciente de la salud y la imagen corporal. Con todas las aplicaciones de seguimiento de calorías disponibles y la mayor conciencia con respecto a la información nutricional, el conteo de calorías es particularmente intenso. Pero, ¿qué son exactamente las calorías?
Una caloría es la unidad de medida de la cantidad de energía que contiene un alimento, y sí, consumir demasiados hará que aumente de peso. Puede ver que algunas personas cuenten calorías por cada bocado. Luego te preguntas: “¿Debería contar las calorías?” Sigue leyendo para encontrar la respuesta.
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¿Deberías contar las calorías?
No, no necesitas seguir contando las calorías que consumes. Si bien puede ser útil cuando se inicia una dieta y es necesario tener en cuenta el contenido de calorías en ciertos alimentos, la obsesión por el consumo de calorías a la larga hace que la dieta sea más frustrante. Además, es imposible hacerlo con precisión y no tiene contribuciones significativas para disminuir el peso y prevenir enfermedades. Aquí hay algunas razones específicas por las que debe dejar de rastrear sus calorías
1. Estimar las calorías suele ser impreciso
La gente generalmente subestima su ingesta de calorías en un promedio de 30%, y lo que es peor, las personas con sobrepeso reportan un asombroso 47% de sus calorías. Casi nadie puede hacer un seguimiento preciso de su consumo de calorías porque tendemos a recordar lo que debemos comer en lugar de lo que realmente ponemos en la boca
2. El uso de etiquetas nutricionales no lleva a ninguna parte
Las leyes de etiquetado de USDA hacen que sea casi imposible hacer un seguimiento de las calorías de manera adecuada. El contenido calórico que figura en los alimentos procesados puede desviarse hasta en un 20% de su contenido real. Incluso los alimentos integrales no se salvan; La carne de res y el pollo criados en pasturas generalmente tienen un conteo de calorías más bajo que el listado en la base de datos del USDA, mientras que el cerdo criado en pasturas tiene más. Incluso las frutas y verduras tienen una amplia gama de contenido de calorías en función de sus tamaños. ¿Debería contar calorías? Por supuesto, no porque nunca sabrá la cantidad exacta que ha consumido si las mediciones son incorrectas en primer lugar.
3. Mantener el seguimiento solo te hará tener más hambre
Psicológicamente hablando, obligarse a comer lo que cree que son alimentos bajos en calorías solo lo hará sentir más hambriento y menos satisfecho, sin importar el contenido calórico real de sus alimentos. Los estudios demuestran que incluso etiquetar los alimentos como “saludables” ya tiene connotaciones negativas y hace que los consumidores se sientan menos satisfechos.
4. Usar una línea base sesgada significa obtener resultados sesgados
No caiga en la trampa de seguir la popular dieta de 2000 calorías. 2000 es en realidad una subestimación basada únicamente en encuestas y conjeturas, con la intención de disuadir a las personas de comer en exceso. Si desea comer una porción saludable verdadera, el estándar es de 2700 calorías para hombres y 2400 para mujeres.
5. Obsesionarse con las calorías hará que te olvides de la imagen más grande
Bajo en calorías no significa saludable. El efecto halo de salud es un fenómeno que hace que te concentres sólo en un aspecto de los alimentos, en este caso, las calorías, y desatienda por completo su contenido nutricional. Por lo tanto, es más probable que haga juicios instantáneos basados en solo calorías mientras se pierde en la imagen más grande. En lugar de preguntar: “¿Debería contar calorías?”, Debería preguntarse: “¿esto es saludable para mí?”. Debería tener en cuenta el tipo de calorías que consume, en lugar de la cantidad.
6. Restringir tu dieta te saca de quicio
Los estudios demuestran que controlar tus calorías aumenta tu estrés psicológico y restringir tus calorías, incluso si no las cuentas, también te causa estrés fisiológico. En resumen, estresas tu cuerpo solo limitando la ingesta de alimentos.
7. Contando calorías solo funciona en el corto plazo
No importa cuánto trate de limitar su ingesta de calorías, lo más probable es que solo retrase, e incluso aumente, su aumento de peso. Todo el estrés, el cálculo inexacto y el riesgo de una mala nutrición te volverán loco a la larga.
Cosas que hacer en lugar de contar las calorías
En lugar de preguntar siempre, “¿debo contar calorías?”, Puede hacer otras cosas que realmente beneficien a su cuerpo. Aquí hay algunos pasos sencillos para obtener un cuerpo sano y en forma, sin obsesionarse con las cosas equivocadas.
- Haga una lista de verificación de nutrición. Asegúrese de consumir algo de todos los principales grupos de alimentos. Lleve un registro del tamaño de las porciones y la cantidad de porciones que ha tenido de cada una de ellas a fin de tener en cuenta adecuadamente sus necesidades nutricionales y de dieta.
- Come cada cuatro o cinco horas. Si a menudo vuelve a comer inmediatamente después de terminar una comida, es probable que no tenga mucha hambre cada vez que come. Pero no esperes demasiado, tampoco; esto solo hará que comas en exceso más tarde.
- Escucha a tu cuerpo. Temblores, fatiga e inquietud suelen ser indicadores de hambre. No tengas miedo de comer, pero asegúrate de hacerlo con moderación. Come hasta que no tengas hambre, no hasta que estés lleno. Esto te ayudará a comer naturalmente la cantidad correcta de calorías.
- Tome medidas una vez a la semana. No tome medidas con una escala con demasiada frecuencia. Si comienza a sentir que está aumentando de peso, probablemente coma en exceso. Aprenda a recortar el tamaño de sus porciones para mantener su peso bajo control.
- Comprender porciones Conozca las medidas aproximadas del tamaño de las porciones para que pueda cumplir más fácilmente con su objetivo de dieta.
- Adopte hábitos alimenticios saludables. Concéntrese en sus alimentos para que pueda prestar atención con precisión cuando está realmente lleno. Mastique lentamente y dele tiempo a su cuerpo para digerir lo que está comiendo.
- Planea tu comida de manera diferente. Algo tan fácil como comer en un plato más pequeño engañará a tu mente para que piense que estás lleno, incluso si realmente estás comiendo menos.
- Comprueba tu estado de ánimo Las emociones positivas o negativas extremas pueden hacer que anheles comer aunque no estés realmente hambriento. Trata de canalizar estas emociones en actividades que no impliquen comer.