Tiene neumonía cuando hay una infección en los pequeños sacos de aire en sus pulmones. Causada generalmente por virus, bacterias u hongos, tanto niños como adultos pueden tener esta infección. Si bien la mayoría de los síntomas serán los mismos que en el resfriado o la gripe, es posible que no tenga dolor de garganta o congestión nasal con neumonía. Asegúrese de informar a su médico sobre cualquier síntoma que esté experimentando, especialmente si tiene dolor en el pecho después de una neumonía. Su médico considerará sus síntomas para determinar el mejor plan de tratamiento.
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Dolor en el pecho y otros síntomas después de la neumonía
La neumonía se refiere a una infección pulmonar que causa la acumulación de pus o líquido. Esta acumulación puede limitar el flujo de oxígeno y provocar dolor en el pecho. También puede experimentar dolor en el pecho cuando tiene dificultades para respirar debido a una neumonía. En la mayoría de los casos, un virus como la influenza causa neumonía, pero también puede tenerla debido a una infección bacteriana o por hongos. La neumonía por estreptococos es responsable de causar esta infección bacteriana en los pulmones. Sus síntomas dependen de la gravedad y la causa de la infección. Algunos síntomas comunes incluyen acumulación de moco, empeoramiento de la tos y dificultad para respirar. Estos síntomas también pueden conducir a dolor severo en las paredes del pecho.
Otros síntomas de la neumonía
Junto con el dolor en el pecho después de la neumonía, aquí hay algunos otros síntomas que puede experimentar después de la neumonía.
- Tos
La tos es el síntoma más común de neumonía y es el resultado de la infección en las vías respiratorias. La tos que tiene puede sonar húmeda o congestionada, y también puede expulsar flemas o moco. La tos también puede causar dolor de garganta o dolor en el pecho. Asegúrese de hablar con su médico si tiene una tos que empeora y dolor en el pecho.
- Fiebre o escalofríos
Cuando tiene neumonía, es bastante común tener una fiebre tan alta como 105F. En muchos casos, también puede estar sudando y temblando. También es común tener escalofríos, mareos, fatiga y dolores de cabeza.
- Disminucion del apetito
Es posible desarrollar algunos problemas gastrointestinales debido a la neumonía que puede provocar vómitos y náuseas. Esto a su vez puede suprimir su apetito y debilitarlo. Estos síntomas suelen ser más comunes en los niños.
- Aumento del ritmo cardíaco
Puede haber un cambio en su ritmo cardíaco debido a la infección. Algunos pacientes también se quejan de tener un pulso que se siente más rápido de lo normal. A veces, también puede tener un dolor de cabeza y sentirse mareado.
- Dolor de cuerpo
Después de desarrollar neumonía, es común experimentar una sensación de dolor o dolor en su cuerpo. Estos dolores en el cuerpo pueden hacer que se sienta irritable, fatigado y letárgico. Las cosas se ponen aún peor cuando tiene dolores en el cuerpo junto con malestar estomacal, fiebre, problemas respiratorios y tos.
¿Cuándo debería ver a un médico?
Si sospecha que tiene síntomas de neumonía, debe buscar asistencia médica inmediata, especialmente si tiene dolor de pecho después de la neumonía. Debe comprender que la neumonía es una enfermedad grave y puede causar complicaciones graves si no se trata durante el tiempo suficiente. Puede tener complicaciones potencialmente mortales en personas mayores de 65 años. Asegúrese de hablar con su médico si tiene los siguientes síntomas:
- Tos con flema y fiebre alta.
- Falta de respiración u otras dificultades respiratorias
- Dolor de pecho severo
- Sentirse confundido, cansado e irritado.
Como lidiar con
Debe buscar atención médica cuando tenga síntomas de neumonía. Su médico determinará el mejor enfoque de tratamiento para ayudar a curar la infección mientras previene las complicaciones. Es posible que deba quedarse en casa durante el tratamiento si tiene neumonía adquirida en la comunidad. El mejor tratamiento para usted depende de la gravedad y el tipo de neumonía. Su edad y su salud en general también desempeñarán un papel. Algunas de las opciones de tratamiento más comunes incluyen las siguientes:
- Antibióticos: su médico puede recetarle antibióticos si tiene neumonía bacteriana. Tenga en cuenta que generalmente toma algún tiempo identificar correctamente el tipo de bacteria.
- Medicamentos para la tos: su médico puede recetarle algunos medicamentos para la tos para controlar su tos y prevenir el dolor de pecho. Tenga en cuenta que su médico no intentará eliminar la tos por completo, ya que en realidad ayuda a aflojar y eliminar el moco y el líquido de los pulmones. Por lo tanto, generalmente es una buena idea usar la dosis más baja de un supresor de la tos para controlar sus síntomas.
- Analgésicos: su médico también puede administrarle analgésicos para ayudar a controlar los dolores corporales y también a reducir la fiebre. Los medicamentos más comunes son el ibuprofeno, la aspirina y el paracetamol.
Hospitalización
En algunos casos, la hospitalización es necesaria. Es posible que lo necesite si:
- Tienes 65 años o más.
- Usted tiene confusión
- Tiene complicaciones renales.
- Su presión arterial no es estable.
- Su frecuencia respiratoria es alta y tiene dificultades para respirar.
- Su ritmo cardíaco no es normal.
Es posible que tenga que llevar a su hijo al hospital si es menor de 2 meses, tiene problemas respiratorios, está letárgico o tiene niveles bajos de oxígeno en la sangre.
Cuidados en el hogar
Una vez que haya completado su tratamiento médico, a menudo es importante tomar medidas de cuidado en el hogar para promover la recuperación. Recuerde lo siguiente para ayudar a prevenir complicaciones:
- Asegúrese de descansar lo más que pueda y aumente la ingesta de líquidos para evitar la deshidratación.
- Tome un supresor de la tos solo cuando sea grave y le dificulte descansar. Recuerde, la tos es la forma en que su cuerpo elimina el moco y el líquido de los pulmones, por lo que es mejor evitar cualquier supresor de la tos a menos que sea grave y cause vómitos o dificultades respiratorias.
- Tome acetaminofén o aspirina si tiene fiebre o se siente cansado. Tenga en cuenta que la aspirina no es adecuada para personas menores de 20 años porque aumenta el riesgo de síndrome de Reye.