La incontinencia intestinal significa que usted pierde el control sobre la evacuación de las heces, mientras que la incontinencia urinaria se refiere a una condición que implica el paso no deseado de la orina. Cuando tiene disfunción intestinal o vesical, es probable que experimente otros problemas también con la micción voluntaria y los movimientos intestinales. Estos problemas no solo pueden causar dolor y malestar, sino que también pueden ser una fuente de vergüenza. Si bien puede que no se sienta cómodo con la idea de buscar ayuda médica, no debe perder tiempo y hablar con su proveedor de atención médica para encontrar una opción de tratamiento para lidiar con la pérdida de la vejiga o el control intestinal.
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Causas de la pérdida de la vejiga y el control intestinal
Ciertos nervios en su cuerpo controlan esos músculos que permiten que el intestino y la vejiga funcionen correctamente. Estos nervios permiten que los músculos del cuerpo se contraigan y se relajen adecuadamente, lo cual es importante para eliminar las heces y la orina de su cuerpo. Los nervios en la médula espinal reciben señales del cerebro y las envían al esfínter y los músculos de la vejiga para controlar su movimiento. Hay músculos en el ano y recto que controlan sus intestinos, mientras que los músculos del esfínter liberan y controlan las heces.Esto significa que los problemas con estos nervios pueden llevar a problemas con la función de los intestinos y la vejiga.
Causas de la incontinencia intestinal
Cualquier daño a los músculos alrededor del ano puede llevar a la incontinencia del tazón. Este daño podría ser el resultado del parto vaginal, lo que también puede afectar los nervios en esta área. Es debido a esta razón en particular que las mujeres tienen el doble de probabilidades de desarrollar incontinencia intestinal en comparación con los hombres. La cirugía anal también puede dañar los esfínteres y los nervios anales en esta área.
De manera similar, puede terminar experimentando incontinencia intestinal después de una diarrea severa, síndrome del intestino irritable o una infección. La enfermedad inflamatoria intestinal, como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, también puede provocar incontinencia intestinal. Otras causas comunes incluyen daño por radiación al recto y daño a los nervios causado por lesión de la médula espinal, diabetes y esclerosis múltiple. El deterioro cognitivo suele ser el resultado de un accidente cerebrovascular o enfermedad de Alzheimer y también puede hacer que pierda el control sobre el movimiento intestinal.
Causas de la incontinencia de orina
No siempre es necesario tener una causa notable de pérdida de control de la vejiga y el intestino, pero su médico puede ayudarlo a identificar el mejor tratamiento en este caso. Ciertas condiciones pueden causar incontinencia urinaria. Por ejemplo, puede suceder debido a la mala salud general, el parto vaginal y cualquier daño al sistema nervioso.
Algunas personas simplemente tienen una vejiga hiperactiva, lo que significa que a veces sienten la necesidad de usar el baño más de ocho veces al día. Si ese es el caso, es más probable que sufras de incontinencia urinaria. Los músculos y los nervios que controlan la vejiga pueden debilitarse y no controlar el flujo de orina. Además, es posible mantener el daño a los nervios resistiendo el impulso de orinar. A lo largo del tiempo, esto hace que los músculos de la vejiga se debiliten, lo que a su vez conduce a la incontinencia urinaria. La retención de orina a veces puede ser el resultado de una cicatrización excesiva después de la cirugía uretral.
Qué hacer al respecto
Es importante hablar con su proveedor de atención médica para determinar la causa subyacente de su problema. Considerarán sus síntomas y luego ayudarán a crear un plan de acción. Algunas de las opciones de tratamiento para la pérdida de la vejiga y el control intestinal pueden incluir las siguientes:
- Cambio de dieta: su médico puede ayudarlo a superar su problema haciendo cambios en su dieta. Por lo general, es importante aumentar el consumo de fibra para controlar el estreñimiento y la diarrea. Aumentar la ingesta de líquidos también puede ayudar a controlar el estreñimiento. Su médico también puede ayudarlo a identificar ciertos desencadenantes de la dieta que conducen a una disfunción de la vejiga. Algunos desencadenantes comunes incluyen el alcohol y el café.
- Manténgase activo: necesita estar activo y hacer ejercicio regularmente. Su programa de ejercicios puede incluir ejercicios específicos como los ejercicios de Kegel que ayudan a fortalecer el suelo pélvico y los músculos del esfínter. Esto le ayuda a tener más control sobre los músculos de la vejiga y el intestino. Hable con su médico sobre la forma correcta de realizar estos ejercicios.
- Tome medicamentos: su médico también puede recetarle suplementos de fibra y otros medicamentos antidiarreicos para ayudar a controlar la diarrea o el estreñimiento. Ciertos medicamentos recetados resultan eficaces contra la disfunción de la vejiga al ayudar a relajar los músculos de la vejiga. Asegúrese de tomar estos medicamentos como lo indique su médico.
- Capacitación: su médico puede recomendarle participar en programas de capacitación que expliquen cómo entrenar la vejiga y los músculos del intestino para controlar la disfunción. Esto también incluye establecer un horario para usar el baño. También se le recomienda que establezca una hora e intente evacuar o orinar a la misma hora todos los días.
- Estimulación eléctrica: Es posible que deba someterse a una estimulación eléctrica para tratar los nervios dañados. La terapia también ayuda a promover un mejor control muscular.
Cuando otros tratamientos no producen los resultados deseados, puede considerar someterse a una cirugía. Su médico intenta reparar cualquier daño en los nervios y músculos para evitar la pérdida de la vejiga y el control intestinal.