La vejiga, un componente importante del tracto urinario, se encuentra en la pelvis, detrás del hueso púbico. Una vez que la orina es producida por los riñones, se transporta a la vejiga a través de los dos tubos conocidos como uréteres. La orina se almacena en la vejiga hasta que el cuerpo señala su liberación a través de la uretra. Numerosas afecciones pueden afectar la vejiga y la uretra, lo que ocasiona molestias o la sensación de presión al orinar.
¿Qué causa la presión al orinar?
Las posibles causas incluyen:
1. Infección de la vejiga
Las contaminaciones del tracto urinario son frecuentes en las mujeres, a pesar de que también pueden surgir en los hombres. Según los expertos, casi el 50 por ciento de todas las mujeres tienen al menos una contaminación del tracto urinario en su vida. La inflamación de la enfermedad de la vejiga da como resultado una inflamación del revestimiento de la vejiga, lo que desencadena una sensación de estrés. Otros signos pueden incluir ardor al orinar, alta frecuencia de micción e incluso pérdida de orina.
2. Cistitis Intersticial
Una condición complicada llamada cistitis intersticial (IC) se relaciona con la inflamación crónica de las capas musculares de la vejiga, que conduce a los siguientes signos:
- Tinción pélvica y dolor abdominal
- Orinar con frecuencia
- Urgencia (sentir que necesita orinar, incluso después de orinar)
- Incontinencia (pérdida accidental de orina)
La incomodidad puede variar desde una sensación de ardor leve hasta dolor intenso al orinar. El grado de dolor puede ser persistente o raro, y algunos individuos tienen intervalos de remisión.
3. Retención urinaria
Cualquier circunstancia que evite el deslizamiento de la orina desde la vejiga puede provocar una sensación de tensión al orinar. Esta retención de orina hace que la vejiga esté excesivamente llena o estirada, lo que provoca presión al orinar. Los tumores o tumores de vejiga pueden causar retención urinaria, dependiendo de dónde se encuentren. En el caso de que los cálculos renales queden atrapados dentro de la uretra, puede ocurrir retención urinaria.
La prostatitis, una infección de la próstata, es una causa común de retención urinaria. La hipertrofia prostática benigna, que es el agrandamiento de la próstata no canceroso, y el cáncer de próstata, son otras causas posibles.
4. Problemas de control de la vejiga
En una persona con vejiga hiperactiva (OAB), los músculos lisos que rodean la vejiga se contraen de forma espástica sin causa conocida. Esto da como resultado una mayor tensión sostenida de la vejiga y una mayor necesidad de orinar.
La OAB conduce a sentimientos de necesidad urgente, inconveniente e impredecible de orinar, lo que puede hacer que una persona pierda el control para que la orina se escape antes de llegar al baño. Por lo tanto, la vejiga hiperactiva puede afectar negativamente el trabajo, las actividades diarias y la intimidad. También puede causar vergüenza y disminuir la calidad de vida y la autoestima.
5. Causas externas
Los órganos cercanos a la vejiga pueden causar dolor y presión en la vejiga al orinar. El embarazo es uno de esos factores. Debido a que el útero, ubicado sobre la vejiga, aumenta de tamaño a lo largo del período de gestación, ejerce una presión directa sobre la vejiga.
Los tumores abdominales y pélvicos pueden tener un impacto similar si presionan la vejiga. Tales tumores incluyen los de colon, ovarios y útero.
Cuándo ver a un doctor
Busque asesoramiento médico cuando la presión de la vejiga o el dolor empeoren o no se resuelvan a su debido tiempo. Si observa signos de infección de vejiga más fiebre excesiva, dolor de espalda, vómitos o náuseas, busque tratamiento. Estos síntomas adicionales pueden indicar que la contaminación ha viajado a los riñones desde la vejiga.
Es importante que reciba atención médica oportuna si no puede orinar porque esto demuestra que podría tener una obstrucción de la parte inferior de la vejiga o la uretra.
Cómo manejar la presión de la vejiga
El tratamiento depende de la causa de la presión al orinar. Por este motivo, debe buscar atención médica para el análisis y la prescripción del tratamiento.
1. Infección de la vejiga
Los antibióticos se utilizan para tratar las infecciones de la vejiga. Obtendrá alivio de la incomodidad dentro de unas pocas horas. Sin embargo, es crítico completar la medicación según lo prescrito para prevenir la recurrencia de los síntomas o la propagación de la contaminación a los riñones.
Adicionalmente,
- Tomar de 8 a 10 vasos de líquidos; un mínimo de la mitad debe ser agua, mientras que los jugos de frutas frescas como el jugo de arándano y los tés de hierbas pueden servir como el resto.
- Se deben evitar los refrescos con cafeína, el té, el alcohol y el café.
- Tome un baño caliente para ayudar con los signos iniciales.
- Regrese a la clínica si se le instruye para un nuevo examen y progreso de la evaluación.
- Regrese a la clínica si los síntomas empeoran o si vomita, tiene náuseas, dolor de espalda o fiebre y escalofríos.
2. Cistitis Intersticial
El tratamiento para la IC incluye medicamentos orales, como amitriptilina, pentosanpolisulfato y cimetidina. También se pueden usar medicamentos insertados en la vejiga a través de la uretra, que consiste en heparina y lidocaína.
Evitar las actividades que desencadenan síntomas también puede ayudar. Los desencadenantes para la CI y la presión asociada al orinar varían desde el estrés, comer frutas cítricas hasta realizar ejercicios de Kegel.
3. Retención urinaria
La vejiga se drena colocando un catéter en la uretra, para el método agudo. El tratamiento para la retención crónica de orina dependerá de su causa. En el caso de los hombres con próstata agrandada, se pueden administrar medicamentos como los bloqueadores alfa y los inhibidores de la 5-alfa reductasa para tratar de reducirla. Se puede realizar el procedimiento quirúrgico para reducir el tamaño o extirpar la próstata.
4. Problemas de control de la vejiga
Los ejercicios del suelo pélvico y el entrenamiento de la vejiga son algunos de los remedios caseros para una vejiga hiperactiva. Se ha encontrado que estos tratamientos no farmacológicos son muy efectivos. Además, no tienen efectos secundarios.
Los músculos de la pared de la vejiga de las personas con OAB se contraen y se expanden en el momento equivocado. El uso de una clase de medicamentos llamados anticolinérgicos ayuda a tratar este problema mediante el bloqueo de las señales nerviosas que controlan las contracciones de los músculos de la vejiga. La investigación también indica que estos medicamentos pueden aumentar la capacidad de la vejiga y, por lo tanto, reducir la necesidad persistente de orinar o presionar al orinar.