La amigdalitis es una infección común que causa que las amígdalas se inflamen. Cuando le sucede a un bebé, es más difícil de diagnosticar porque el bebé no puede hablar y le dice dónde está incómodo. Los bebés aún no han desarrollado un sistema inmunitario lo suficientemente fuerte como para tratar con virus y bacterias, por lo tanto, cuando las amígdalas tratan de filtrar esos organismos dañinos, a veces no lo hacen y se infectan.
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Síntomas de la amigdalitis en los bebés
- Fiebre con o sin escalofríos
- Negarse a comer o incluso beber
- Llanto persistente
- Dificultades para tragar
- Halitosis
- Babeo incesante
- Tirando de sus orejas
- Ronquera o pérdida de la voz
- Glándulas inflamadas y dolorosas en el área del cuello o la mandíbula
¿Cómo se diagnostica la amigdalitis?
El médico revisará la garganta de su bebé para ver si las amígdalas están inflamadas y si tienen pus o no. Generalmente, cuando las amígdalas están rojas e hinchadas sin pus, puede indicar una infección viral. Pero si las amígdalas tienen pus, es probable que la causa sea una infección bacteriana.
Como en algunos casos la amigdalitis en los bebés está acompañada de otitis, el médico también revisará las orejas de su bebé. El examen también incluirá la búsqueda de glándulas linfáticas inflamadas en el cuello y la mandíbula del bebé.
Dependiendo de los resultados del examen físico, se puede realizar una prueba de estreptococo para saber si esa bacteria es responsable de la amigdalitis de su bebé.
Cuándo llamar a ayuda de emergencia
Si ve que su bebé tiene uno o más de los signos que se enumeran a continuación, debe llamar al médico de inmediato:
- El bebé tiene un cuello rígido.
- La voz y el llanto del bebé se vuelven menos audibles.
- El bebé parece más dormido de lo habitual.
- El bebé no orina con la misma frecuencia que antes.
- Cuando el bebé llora, no salen lágrimas.
- El bebé se niega a comer o beber.
- El bebé tiene problemas para abrir la boca.
¿Cómo se trata la amigdalitis en los bebés?
El tratamiento variará dependiendo de la causa.
- Para las infecciones virales, el bebé solo necesitará hidratación y medicamentos para la fiebre y el dolor de garganta.
- Para las infecciones bacterianas, los antibióticos deben iniciarse lo antes posible.
Si este último es el caso, asegúrese de completar el ciclo completo de antibióticos recetados. Su bebé puede parecer bien después de dos o tres días; Sin embargo, si interrumpes el tratamiento, las bacterias pueden volver más fuertes que antes.
Si su hijo tiene episodios recurrentes de amigdalitis cada dos meses aproximadamente, entonces es posible que se requiera una amigdalectomía.
¿Qué puedes hacer?
- Dele a su bebé la cantidad recetada de paracetamol o ibuprofeno de acuerdo con su edad; No exceda la dosis o la frecuencia, ya que esto puede llevar a problemas de salud graves.
- Si la fiebre de su bebé persiste, déle un baño frío durante al menos 30 minutos y busque atención médica de emergencia de inmediato. El riesgo de convulsiones inducidas por fiebre es muy alto en niños menores de 6 años. No le dé aspirina a su bebé bajo ninguna circunstancia.
- Coloque un humidificador en la habitación del bebé para humedecer el aire y facilitar que el bebé duerma cómodamente. Mantenga el humidificador limpio y cambie su agua diariamente.
- Mantenga la cuna y las áreas rodeadas limpias y sin polvo, y trate de no colocar animales de peluche cerca del bebé. Evite exponer a su hijo a olores fuertes como los de los productos de limpieza. No fume cerca del bebé.
- Coloque con cuidado toallas tibias, un paquete de calentamiento o biberones llenos de agua tibia en el cuello de su bebé. Esto aliviará el dolor y la inflamación. No deje a su bebé desatendido mientras pone cualquiera de estas cosas sobre él / ella y siempre revise la temperatura para evitar quemaduras accidentales.
- Ofrezca bebidas frías a su hijo para ayudar a reducir la inflamación de la garganta y el dolor. Algunos bebés prefieren las bebidas calientes y no hay problema con eso; Solo asegúrese de que la temperatura sea correcta para evitar irritar aún más la garganta.
Cómo prevenir la amigdalitis en los bebés
Debe saber que la amigdalitis es una enfermedad muy común que la mayoría de los niños y adultos sufrirán en algún momento de su vida. No hay nada de qué preocuparse mientras tome precauciones y siga las instrucciones del médico. Estos son algunos consejos para ayudar a reducir el riesgo de que su bebé se enferme:
- Mantenga una buena higiene, lávese las manos y todo lo que entre en contacto con la boca de su bebé, incluido el chupete y el biberón.
- No permita que nadie bese a su bebé en la boca ni comparta utensilios con él.
- Haga todo lo posible para que su hijo no se ponga cosas sucias en la boca.
- Asegúrese de que su bebé tenga una dieta bien balanceada de acuerdo a su edad.