El carcinoma de células de Hurthle es un tipo raro de cáncer de tiroides que tiene un mal pronóstico. Bajo el microscopio, las células de Hurthle se ven más grandes que las células foliculares de la tiroides. Existen varias opciones de tratamiento para este tipo de neoplasia tiroidea, pero es importante reconocerlo y tratarlo de manera temprana.
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¿Qué es el carcinoma de células de Hurthle?
El carcinoma de células de Hurthle representa solo alrededor del 3% de todos los cánceres que afectan la glándula tiroides. Esta glándula del cuello tiene forma de mariposa, pero normalmente no es visible a simple vista. También es responsable de producir hormonas que ayudan a regular el metabolismo del cuerpo.
El cáncer de células de Hurthle, también llamado carcinoma de células oxifílicas, es una condición rara, pero es más agresivo que la mayoría de los tipos de tumores malignos de la tiroides. La extirpación quirúrgica del tumor, así como la glándula tiroides, es una opción de tratamiento común.
A veces, se producen tumores benignos (no cancerosos) que involucran células de Hurthle. Estos tumores se pueden extirpar quirúrgicamente y no representan una amenaza para la vida. Por el contrario, los tumores malignos que afectan a las células de Hurthle son más graves y requieren un tratamiento temprano y agresivo.
Con el carcinoma de células de Hurthle, ¿qué síntomas tendré?
Los síntomas del carcinoma de células de Hurthle son similares a los observados en otros tipos de cáncer de tiroides. Éstos incluyen:
- Aparición de un bulto en el cuello.
- Cambio de voz que no mejora.
- Falta de aliento
- Dolor de garganta
- Dificultad para tragar
- Tos persistente, no causada por un problema respiratorio.
Las complicaciones del carcinoma de células de Hurthle incluyen:
- Dificultad para tragar: cuando el tumor presiona la tubería de alimentación (esófago)
- Dificultad para respirar: cuando el tumor presiona la tráquea (tráquea)
- Propagación de malignidad (metástasis) a otros órganos y tejidos
¿Qué causa el carcinoma de células de Hurthle?
Se desconoce la causa exacta del carcinoma de células de Hurthle. Sin embargo, los científicos creen que pueden estar involucrados cambios dañinos o errores en el material genético (ADN) de estas células. El daño o la alteración en el ADN causan un mal funcionamiento en los procesos bioquímicos que pueden conducir al crecimiento descontrolado de células anormales, que se convierten en tumores malignos.
Los factores que aumentan su riesgo de desarrollar este tipo de cáncer de tiroides incluyen:
- Ser mujer
- Edad avanzada
- Antecedentes de radioterapia en cabeza y cuello.
Cómo diagnosticar el carcinoma de células de Hurthle
Si experimenta síntomas similares a los mencionados anteriormente, consulte a su médico para una evaluación y manejo adecuados. El carcinoma de células de Hurthle no es una afección común, y sus síntomas pueden ser causados por otras afecciones que pueden o no afectar la glándula tiroides.
- Para diagnosticar un tumor de la glándula tiroides, su médico le preguntará acerca de sus condiciones de salud en el pasado y le realizará un examen físico completo.
- También se pueden solicitar exámenes de laboratorio para hacer un mejor diagnóstico. Estos pueden incluir exámenes de sangre y varias pruebas de imagen, como la MRI y la tomografía computarizada.
- La confirmación del diagnóstico de carcinoma de células de Hurthle se realiza después de la aspiración con aguja y la biopsia de la masa tiroidea. Una vez confirmado, su médico le ofrecerá varias opciones de tratamiento.
Cómo tratar el carcinoma de células de Hurthle
Si se confirma que usted tiene carcinoma de células de Hurthle, este es el mejor tratamiento que puede elegir para aliviar su condición.
1. cirugia
Esto implica una tiroidectomía total o casi total (extirpación de la tiroides). Esto también puede incluir la extracción de los ganglios linfáticos circundantes si las células tumorales se han diseminado a ellos. Los posibles riesgos de la tiroidectomía incluyen lesiones nerviosas, daño a los tejidos circundantes como las glándulas paratiroides y sangrado excesivo. La extirpación de la tiroides requiere un reemplazo hormonal de por vida para compensar la pérdida de hormonas tiroideas.
2. Terapia de yodo radioactivo
Esta terapia consiste en la ingesta de líquido radioactivo contenido en una cápsula. Se recomienda este tratamiento después de la cirugía para destruir los tejidos cancerosos restantes de la tiroides. También se puede usar si el cáncer se ha diseminado (metastatizado) a otras partes del cuerpo.
Los posibles efectos secundarios de la terapia con yodo radioactivo incluyen:
- Disminución de la sensación de sabor.
- Boca seca
- Náusea
- Ternura de cuello
- Dolor de garganta
3. Radioterapia
Este tratamiento implica el uso de haces de energía de alta potencia para destruir y prevenir la propagación de las células cancerosas. Los posibles efectos secundarios incluyen fatiga, dolor de garganta y erupción cutánea.
4. quimioterapia
Este método implica el uso de sorafenib (Nexavar), un medicamento que se usa para tratar el cáncer de tiroides metastásico o agresivo que no responde a la terapia con yodo radioactivo. Los posibles efectos secundarios pueden incluir diarrea, pérdida de peso, fatiga, presión arterial alta y erupción cutánea.
5. Otros remedios
El tratamiento para el carcinoma de células de Hurthle puede ser aterrador y desafiante. Aquí hay algunos consejos para ayudarlo a sobrellevar todas estas cosas:
- Discuta sus sentimientos con un familiar o amigo, o únase a un grupo de apoyo para pacientes y familias con cáncer.
- Aceptar la ayuda de otras personas. Las actividades de la vida diaria, como la comercialización o la preparación de comidas, pueden ser una carga para los pacientes con cáncer, por lo que es recomendable que se permita un descanso y que sus seres queridos lo ayuden.
- Tómese el tiempo para comer bien, relájese y descanse para ayudar a combatir la fatiga y el estrés provocado por el cáncer.
6. Atención de seguimiento
Después de los tratamientos para el carcinoma de células de Hurthle, se le recomendará que visite a su médico para un chequeo regular. Siga todas las instrucciones, especialmente con respecto a la ingesta regular de reemplazo de hormona tiroidea después de la tiroidectomía total. También se le puede pedir que vaya al hospital con regularidad para realizarse análisis de sangre para evaluar sus niveles hormonales. Aparte de estos, se pueden realizar análisis de sangre para la tiroglobulina, un marcador tumoral canceroso producido por las células de Hurthle, para controlar su condición y prevenir el cáncer recurrente.