El túnel del tarso es un pequeño pasaje que se encuentra dentro del tobillo, conectado por tejido blando y hueso. El nervio tibial atraviesa el túnel del tarso, al igual que otros tendones y vasos sanguíneos. El síndrome del túnel del tarso es una condición rara que es causada por el daño al nervio tibial de las ramas del nervio tibial. Este daño es a menudo causado por la compresión a medida que el nervio pasa a través del túnel del tarso.
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¿Cuáles son los síntomas del síndrome del túnel tarsal?
En la mayoría de los casos, los síntomas que experimente se aislarán en el tobillo y / o el pie, ya sea en un lugar o en numerosos lugares. Los síntomas pueden ser instantáneos, a menudo provocados por movimientos repetitivos del pie o el tobillo. Algunos síntomas que puede experimentar incluyen:
- Sensación de hormigueo y / o ardor
- Entumecimiento
- Dolor / dolor punzante
- Una sensación comparable a una descarga eléctrica.
Si está experimentando uno o más de los síntomas mencionados anteriormente, debe visitar a su profesional de la salud tan pronto como sea posible. Si la condición se deja sin tratar, puede resultar en un daño nervioso irreversible. Esto hace imperativo que a su profesional de la salud se le permita la oportunidad de evaluarlo a usted y su condición, para iniciar el programa de tratamiento correcto.
¿Qué causa el síndrome del túnel tarsal?
En promedio, el síndrome del túnel tarsal afecta a las mujeres con más frecuencia que a los hombres. La condición puede afectar a una persona a cualquier edad y puede ser causada por algunos de los siguientes:
- Actividades de estrés repetitivo, como el jogging.
- Traumas y lesiones, p. Ej., Fracturas, dislocación
- Talonera o luz.
- Fibrosis
- Obesidad
- Lesiones en el área del túnel tarsal, como tumores
- Tendinitis
- Inflamación del tobillo provocada por una enfermedad sistemática, como la diabetes
¿Cómo se diagnostica el síndrome del túnel tarsal?
Para asegurar un diagnóstico adecuado, es esencial buscar el examen de expertos especializados en los campos de neurología y especialidad nerviosa. El procedimiento de diagnóstico a menudo incluirá lo siguiente:
- Un amplio examen clínico.
- Pruebas eléctricas (estudio de conducción nerviosa y EMG).
- Imágenes (MRI, CT, rayos X)
- Análisis de la historia médica.
El diagnóstico adecuado es esencial para determinar la severidad de la condición. Una vez establecido el diagnóstico adecuado, se puede inculcar el tratamiento adecuado.
¿Cómo se trata el síndrome del túnel tarsal?
El tratamiento ofrecido para tratar esta afección varía según la gravedad de la afección. Los tratamientos pueden incluir opciones tanto quirúrgicas como no quirúrgicas. Algunos métodos de tratamiento se detallan a continuación:
1. Calor y frío
La aplicación de una sustancia fría, como el hielo, en la zona afectada ayuda a reducir la inflamación. Esto debe aplicarse inmediatamente después de que su condición haya sido agravada. Mantenga el hielo en el área afectada durante diez a quince minutos, cada dos o tres horas.
2. Ejercicios
Hay muchos ejercicios que puedes intentar para ayudarte a aliviar la condición, algunos de los cuales se enumeran a continuación:
- Probar la flexibilidad de los músculos de la pantorrilla
Esto implica acostarse en un sofá con los pies colgando sobre el borde. Se aplica una presión suave en el pie para texto de la flexibilidad de los músculos de la pantorrilla, el gastrocnemio y el sóleo.
- Estiramiento de los músculos del gastrocnemio
Un buen estiramiento para el gastrocnemio que puede realizar cualquier persona implica estar de pie frente a una pared, con ambos pies apoyados en el piso. Doble una rodilla y estire una pierna hacia atrás, mientras mantiene los pies en el suelo y la pierna recta. Mantenga la posición durante diez segundos y repita tres o cuatro veces al día, aumentando gradualmente el tiempo de espera. - Estiramiento de la musculatura del sóleo
Para realizar un estiramiento del sóleo, doble la rodilla e inclínese hacia adelante mientras presiona el talón contra el suelo hasta que se sienta un estiramiento. Si siente poca o ninguna resistencia, intente levantar los dedos de los pies del suelo colocando un objeto pequeño debajo de ellos. - Estiramiento de la fascia plantar.
Este estiramiento se realiza sentado; flexiona ligeramente la rodilla y tira del dedo gordo del pie y del antepié hacia arriba, hacia ti. Mantenga la posición durante unos treinta segundos y repita el estiramiento cinco veces. Intenta realizar el estiramiento unas tres veces al día. - Resistencia en la inversión del tobillo
En una persona que ejerce presión sobre el tobillo, también puede usar una pata o silla de mesa para lograr la presión deseada. Luego debes mover el pie hacia adentro y contra la resistencia, manteniéndolo durante diez segundos. - Banda de resistencia Inversión en el tobillo
Conecte un extremo de una banda de resistencia a un punto fijo y el otro alrededor de su pie. Mueve tu pie hacia adentro y contra la banda. Lentamente vuelva a poner el pie en posición de reposo y repita entre diez y veinte veces. - Inversión excéntrica resistida
Este ejercicio requiere que otra persona sea realizada. Deben aplicar presión en el pie, intentando empujar el pie en pronación, mientras resistes la compresión. - Caminar con el talón del pie Este ejercicio consiste en caminar con el talón presionado contra el suelo y los dedos de los pies apuntando hacia arriba, y luego mover el pie hacia adelante. Esto se puede variar caminando solo sobre los talones o caminando solo sobre los dedos de los pies.
3. Medicación
Si es necesario, a menudo se recomiendan medicamentos antiinflamatorios no esteroides, como ibuprofeno o aspirina.
4. Tratamiento quirúrgico
Si otros tratamientos no han tenido éxito en el tratamiento del síndrome del túnel tarsal y los síntomas dificultan seriamente la vida del paciente, a menudo se ofrecerá cirugía. Esta cirugía probablemente involucrará la exploración del túnel del tarso y la descompresión del nervio tibial afectado. A medida que el nervio tarda un período prolongado en recuperarse después del procedimiento quirúrgico, el tiempo de recuperación puede variar de tres meses a dieciocho. El éxito de la cirugía no siempre está garantizado y depende de numerosos factores, incluida la naturaleza de la afección y el daño sufrido antes de la cirugía.